Esquejes de lavanda en agua: ¡Guía completa!

¿Quieres tener tus propias plantas de lavanda pero no quieres gastarte mucho dinero en esquejes? La propagación de la lavanda mediante esqueje de lavanda en agua es una forma fácil y barata de obtener nuevas plantas. En este artículo trataremos todo lo que necesitas saber sobre el proceso, desde lo que necesitas hasta la técnica para obtener los mejores resultados.

esquejes de lavanda

¿Por qué propagar con esqueje de lavanda en agua?

La propagación en agua es una de las formas más fáciles de propagar la lavanda; también es la más barata, ya que no necesitas ningún equipo ni material especial para empezar. Es especialmente útil para la propagación a pequeña escala, ya que puede hacerse con unas pocas herramientas y es fácil de controlar. Además, el enraizamiento en agua es menos estresante para el esqueje que otros métodos de propagación, ya que no hay que traumatizarlo introduciéndolo en un medio húmedo para macetas.

Qué necesitarás para hacer esqueje de lavanda

Esquejes de lavanda : Cuando se trata de esquejes de lavanda, más grande no es necesariamente mejor. Los esquejes deben medir entre 10 y 15 cm, tomados de la punta de la planta. Asegúrate de que el esqueje tenga al menos dos o tres nudos foliares, ya que es ahí donde se formarán las nuevas raíces.

Agua limpia: Tanto si recoges una muestra del grifo como si utilizas agua filtrada y destilada, asegúrate de utilizar agua limpia y a temperatura ambiente. Evita utilizar agua clorada, ya que puede dañar el corte.

Contenedor: Cualquier recipiente limpio y transparente de vidrio o plástico servirá. Si piensas poner el esqueje a la luz directa del sol, utiliza un recipiente transparente para que le llegue la luz.

Hormona de enraizamiento (opcional): El uso de la hormona de enraizamiento no es estrictamente necesario, pero puede aumentar las probabilidades de éxito. Para utilizarla, basta con sumergir el extremo del esqueje en la hormona de enraizamiento antes de colocarlo en el agua.

El proceso

Paso 1: Prepara el esqueje Empieza por coger el esqueje de lavanda fresco y, con unas tijeras afiladas, retira las hojas de la mitad inferior del tallo. También querrás cortar el tallo de modo que el esqueje mida entre 10 y 15 cm de largo y tenga un corte fresco y limpio en la base.

Paso 2: Coloca el esqueje de lavanda en el agua Llena el recipiente con agua limpia, a unos dos centímetros de la parte superior. Si quieres, puedes añadir unos centímetros de guijarros al fondo del recipiente, ya que ayudarán a sostener el esqueje. Si utilizas hormona de enraizamiento, sumerge el extremo del esqueje en el polvo o líquido y luego colócalo en el agua.

Paso 3: Controlar y ajustar Tu esqueje de lavanda necesitará mucha luz, pero es importante no exponerlo a la luz solar directa, ya que puede dañarlo. Coloca el recipiente en un lugar luminoso y cálido, y vigílalo a diario. Tendrás que cambiar el agua cada pocos días para mantenerlo limpio.

Paso 4: Espera a que crezca Por lo general, el esqueje de lavanda tarda entre seis y ocho semanas en echar raíces. Una vez que se hayan formado las raíces, puedes dejar el esqueje en el agua o trasplantarlo a una maceta con un buen sustrato que drene bien.

Solución de problemas y consejos

Si tienes problemas para que el esqueje de lavanda eche raíces, puedes probar algunas cosas.

Mantenlo caliente: La lavanda echa raíces mejor a temperaturas cálidas, así que asegúrate de que el esqueje no esté en un lugar demasiado frío.

Utiliza la humedad: Colocar una bolsa de plástico transparente sobre el recipiente puede ayudar a aumentar la humedad alrededor del esqueje, lo que puede favorecer el enraizamiento.

Utiliza agua destilada: Si lo has intentado todo y el esqueje sigue sin enraizar, prueba a utilizar agua destilada. La falta de minerales y productos químicos en el agua destilada puede facilitar que el esqueje eche raíces.

No te rindas: A veces, el esqueje tarda en echar raíces. Ten paciencia y sigue controlando y ajustando según sea necesario.

La propagación de lavanda mediante esquejes en agua es una forma fácil y rentable de obtener nuevas plantas. Si sigues estos sencillos pasos y controlas el progreso de tu esqueje, conseguirás enraizar con éxito en muy poco tiempo.

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