El Kalanchoe es un género suculento muy popular con más de 200 especies. Es conocido por sus hermosas y vibrantes flores, que lo convierten en el favorito de muchos amantes de las plantas. En este post, hablaremos de los cuidados de Kalanchoes, así como de algunos consejos útiles de cuidados y para cultivarlo y tenerlo floreciente.
Luz y temperatura
Las plantas de Kalanchoe necesitan mucha luz para crecer y florecer, pero no requieren luz solar directa. Una ubicación ideal podría ser una ventana con orientación este, que les dé suficiente luz por la mañana, cuando no hace demasiado calor. La luz solar directa puede ser incluso perjudicial para la planta, ya que puede secar rápidamente sus hojas y quemarlas, así que asegúrate de cuidar su ubicación.
Prefieren temperaturas medias, pero pueden soportar un par de horas de temperaturas bajas. Sin embargo, evita las temperaturas inferiores a 7°C (45°F). No soportan las heladas, ya que las dañan rápidamente y las matan.
Riego
Lo más importante del riego de tu Kalanchoe es encontrar el equilibrio adecuado. Debe regarse cada dos semanas o incluso con menos frecuencia, sobre todo durante los meses fríos. Es importante dejar que la tierra se seque entre riegos para evitar que se pudran las raíces. Regar demasiado también puede hacer que las hojas amarilleen e incluso se caigan. Hay que regar la tierra, no las hojas ni las flores, para evitar enfermedades fúngicas.
Durante el verano, cuando la planta está en pleno crecimiento, hay que aumentar el riego. Sin embargo, hay que dejar que la tierra se seque totalmente antes de volver a regar.
Suelo y abono del Kalanchoe
Los Kalanchoes necesitan un suelo que drene bien para evitar la pudrición de las raíces. Una mezcla de tierra para macetas, perlita o arena es ideal para garantizar un buen drenaje. Debe mantenerse en una maceta con agujeros de drenaje para evacuar fácilmente el exceso de agua.
La fertilización debe aplicarse cada dos semanas durante la temporada de crecimiento, de primavera a otoño. Debe utilizarse un abono equilibrado y soluble en agua. Ten cuidado de no abonar en exceso, ya que puede dañar la planta.
Poda y propagación del Kalanchoe
Las plantas de Kalanchoe no necesitan una poda regular, pero se recomienda eliminar cualquier hoja muerta o poco sana, sobre todo cerca del tallo. Las flores también deben retirarse cuando empiecen a marchitarse.
En cuanto a la propagación, los Kalanchoes son fáciles de reproducir por esquejes. Basta con cortar un trozo de la planta y dejar que el extremo cortado se seque durante un par de días. A continuación, colócalo en una maceta con tierra que drene bien, y mantenlo en una zona cálida y sombreada. Debería empezar a echar raíces en un par de semanas.
Pestes y enfermedades de los Kalanchoe
Los kalanchoes suelen ser fuertes y resistentes. Sin embargo, pueden verse afectados por algunas plagas, como la araña roja y la cochinilla. Evitar el riego excesivo, mantener una buena ventilación y no amontonarlo con otras plantas puede ayudar a prevenir estos problemas. Para las cochinillas, se puede aplicar alcohol de quemar en las zonas afectadas.
Otro problema frecuente son las enfermedades fúngicas, que pueden deberse al exceso de riego. Por eso es tan importante dejar que la tierra se seque entre riego y riego.
Conclusión
Con los cuidados adecuados, las plantas de Kalanchoe pueden ser una magnífica adición a tu casa o jardín. Asegúrate de proporcionarle suficiente luz, pero mantenla alejada de la luz solar directa. Además, deja siempre que la tierra se seque antes de regarla, y evita regarla en exceso. Para garantizar su crecimiento y salud, es importante abonar, podar y prevenir plagas y enfermedades.