Hay pocas cosas tan satisfactorias como preparar una comida casera utilizando ingredientes frescos de un huerto en casa. Las hierbas frescas añaden un gran sabor y aroma a los platos y son increíblemente versátiles en la cocina. Si alguna vez te has planteado aprender a cultivarlas estas hierbas en casa, ¡sigue leyendo y descubre cómo cultivar hierbas frescas!
¿Qué son las hierbas frescas?
Las hierbas frescas son plantas de hoja verde que se utilizan en la cocina para añadir sabores aromáticos a los platos. Estas plantas son originarias de distintas partes del mundo y pueden ser anuales o perennes, lo que significa que duran más de una temporada de cultivo. Hay varias clases de hierbas, entre ellas las culinarias, que se utilizan específicamente para cocinar, y las medicinales, que se emplean por sus beneficios para la salud.
Hierbas frescas populares para cultivar
Hay muchas hierbas frescas para elegir cuando se trata de cultivarlas en casa. Algunas de las hierbas más populares para cultivar son la albahaca, el romero, el tomillo, la menta, el cilantro, el eneldo, el orégano y el perejil. Cada una de estas hierbas tiene un sabor único y puede añadir color y aroma a un plato.
Elegir la ubicación adecuada para tu huerto de hierbas
Cuando se trata de cultivar hierbas frescas en casa, una de las cosas más importantes que hay que tener en cuenta es la ubicación del huerto. Lo mejor es elegir una zona soleada donde tus plantas reciban al menos cuatro horas de luz solar directa. La mayoría de las hierbas se dan bien en un suelo que drene bien, y es importante asegurarse de que la tierra esté sana y tenga un pH adecuado.
Plantar tus hierbas frescas
Una vez elegido el lugar perfecto para tu jardín de hierbas, ¡es hora de empezar a plantar! Empieza por remover la tierra y eliminar las malas hierbas. Cava un agujero del mismo tamaño que el cepellón de la hierba que vayas a plantar. Asegúrate de que la parte superior de la tierra esté al mismo nivel que el cepellón de la hierba. Añade un poco de materia orgánica a la tierra para favorecer el crecimiento, y riega bien las plantas.
Cómo cuidar las hierbas frescas
Una vez plantadas las hierbas frescas, es importante cuidarlas adecuadamente para que crezcan bien. Asegúrate de regar las plantas constantemente, pero no en exceso. El riego excesivo puede hacer que las raíces se pudran y crear un sistema radicular débil. La mayoría de las hierbas aromáticas requieren poco o ningún abono adicional, ya que suelen ser plantas de bajo mantenimiento.
Cosecha las hierbas frescas
Una vez que las hierbas empiezan a crecer y a producir hojas, ¡es hora de cosecharlas! El mejor momento para cosecharlas es por la mañana, después de que se haya evaporado el rocío. Recorta las hierbas con unas tijeras afiladas y limpias justo por encima de un par de hojas. Recolectar las hierbas con regularidad fomentará un nuevo crecimiento y mantendrá la planta tupida. Para utilizar hierbas frescas, es mejor añadirlas al plato en los últimos minutos para maximizar el sabor.
Conclusión
Cultivar hierbas frescas en casa puede ser increíblemente gratificante y te proporcionará un gran sabor y aromas para tener en tu cocina. Recuerda elegir el lugar adecuado para tu huerto y cuidar bien tus plantas. Considera la posibilidad de cultivar una variedad de hierbas para dar a tus platos un sabor único y delicioso. Así que, ¿por qué no amplías tus horizontes culinarios y empiezas a plantar hoy mismo?