El gladiolo, también conocido como lirio espada, es una impresionante planta perenne que ofrece una floración vibrante y colorida. Es una forma estupenda de añadir un toque de color y dramatismo a tu jardín. En este artículo trataremos todo lo que necesitas saber sobre el gladiolo. Aprende con nosotros a cultivar gladiolos y todo lo que debes saber sobre los cuidados de gladiolos.
Cuidados del gladiolo
El gladiolo es una planta resistente y relativamente fácil de cuidar. Prefiere un suelo bien drenado y rico en materia orgánica, y debe regarse en profundidad pero con poca frecuencia. Aumenta la cantidad de agua cuando haga más calor. Abona las plantas con un alimento para bulbos que no queme y mantén los niveles de humedad adecuados.
Los gladiolos deben plantarse a principios de primavera, y los bulbos deben tener una separación media de 15 cm. Las plantas deben estacarse a medida que crecen, ya que los tallos pueden sobrecargarse y dañarse. Los gladiolos deben desenterrarse y guardarse en el interior durante el invierno, a menos que se cultiven en una región donde sean resistentes. Los bulbos pueden guardarse en un lugar fresco y oscuro, y deben volver a plantarse a principios de primavera.
Tipos de gladiolo
Hay más de 250 especies diferentes de gladiolos, con colores que van del blanco al rojo, pasando por el amarillo, el morado e incluso algunos tonos exóticos. Además de las distintas opciones de color, también hay diferentes tamaños y formas de las flores individuales.
El tipo más común de gladiolo es la grandiflora, que alcanza una altura de entre 1,5 y 1,8 m y florece en una gama de colores. El gladiolo mariposa, con sus pequeñas flores de colores brillantes, también es popular. Los tipos primulinus tienen flores más grandes y estriadas, y las variedades nanus son algo más pequeñas y alcanzan unos 60 cm de altura.
Consejos y trucos de cultivo
Los gladiolos pueden cultivarse en las zonas de rusticidad del USDA 7 a 10, pero pueden cultivarse con éxito en otras zonas con los cuidados adecuados. Se dan mejor en un suelo bien drenado con abundante materia orgánica, y deben cultivarse a pleno sol.
Los gladiolos pueden cultivarse a partir de cormos, que son similares a los bulbos, o de semillas. Sin embargo, el cultivo a partir de semillas tarda varios años en producir flores en la mayoría de los casos. Los cormos deben plantarse a unos 15 cm de profundidad y suelen tener una separación de 30 cm. El cormo puede remojarse en fungicida durante una hora antes de plantarlo para evitar que se pudran las raíces.
Mantén las plantas bien regadas y la tierra húmeda, e intenta evitar que se moje el follaje. Utiliza un palo o un cordel para atar los tallos si se vuelven demasiado pesados. Aplica un abono alimentario para bulbos que no queme a la tierra alrededor de las plantas cada 2 ó 3 semanas para fomentar un crecimiento sano y la floración.
En conclusión
El gladiolo es una planta perenne hermosa y vistosa, relativamente fácil de cultivar y cuidar. Está disponible en una gran variedad de colores, formas y tamaños, y es perfecta para añadir un toque de color y dramatismo a tu jardín. Con los cuidados adecuados, mucho sol y un suelo bien drenado, puedes disfrutar de hermosas flores de gladiolo año tras año.