Los ciclámenes son una de las plantas de interior más populares por sus extraordinarias flores y su delicioso aroma. Son fáciles de cuidar y suelen ser buena compañía durante todo el año. Si quieres tener un ciclamen en tu casa o jardín, aquí tienes todo lo que debes saber para asegurarte de que tengan el mejor aspecto.
Primeros pasos: Seleccionar tu ciclamen
Al seleccionar tu planta, asegúrate de que esté sano y libre de plagas y enfermedades. Busca hojas de un verde exuberante y un racimo de flores que empiecen a salir. Puedes encontrarlos en una gran variedad de colores, desde el blanco al rosa, pasando por el rojo. La variedad que venden las floristerías suele ser de otro tipo y debe comprarse a una fuente de confianza para asegurarse de que se ha cuidado adecuadamente.
Tipo de entorno necesario para el cuidado del ciclamen
El ciclamen es un favorito del invierno porque disfruta de las temperaturas frescas. Dicho esto, no aprecian las corrientes de aire y deben mantenerse alejados de cualquier aire frío. Las temperaturas ideales para el ciclamen son entre 55°F y 65°F. Elige una zona bien iluminada, pero mantén la planta alejada de la luz solar directa, ya que esto puede blanquear las hojas con dureza. Mantén la planta en un lugar seco, ya que al ciclamen no le gusta que lo rieguen en exceso.
Los cuidados a lo largo del año del ciclamen
Compra del bulbo
Cuando recibas tu ciclamen por primera vez, sácalo de su envoltorio de plástico y mantenlo alejado del sol y bajo una envoltura de plástico para mantener altos los niveles de humedad. Asegúrate de que tu ciclamen ha sido regado antes de comprarlo, ya que no debe volver a regarse durante los primeros días o más después de la compra.
Riego y humedad
Al ciclamen le gusta mantenerse húmedo, pero no le gusta que sus raíces se queden en agua. Un buen programa de riego consiste en esperar a que la tierra esté ligeramente seca y entonces dar un buen trago a la planta. Evita que el agua caiga sobre las hojas y las flores. El ciclamen prefiere que los niveles de humedad de tu casa ronden el 50%, pero no superen el 70%. Un medidor de humedad puede ayudarte a controlar los niveles de tu casa y hacer los ajustes necesarios si es preciso.
Fertilización
El mejor momento para abonar tu ciclamen es en otoño y primavera. Utiliza un abono líquido suave de 20-20-20 o 20-10-10 y dilúyelo en agua según las instrucciones. Aplica el abono sólo en el suelo, evitando que caiga sobre las hojas o las flores.
Poda
La poda es esencial para la salud y el bienestar del ciclamen. Debes eliminar las flores muertas y las hojas amarillas o marrones en cuanto las veas. Así te asegurarás de que la planta tenga el mejor aspecto posible y no enferme por falta de circulación de aire.
Pestes y enfermedades
El ciclamen es susceptible a las plagas, como trips, pulgones y cochinillas. Prevenir las plagas inspeccionando adecuadamente tu planta es la mejor estrategia. Si observas algún signo de plaga, utiliza jabón insecticida u otro insecticida para plantas de interior. El ciclamen también puede desarrollar enfermedades fúngicas, que pueden prevenirse manteniendo la tierra seca y esterilizada.
Cómo favorecer la refloración en verano
Para favorecer la refloración en verano, traslada tu ciclamen de su entorno fresco a otro ligeramente más cálido. Reduce los riegos y alimenta la planta con un abono líquido rico en potasio. Cuando vuelvan los meses más fríos del año, traslada de nuevo la planta a un lugar fresco donde pueda prosperar y disfrutar del retorno de sus hermosas flores.